ALTO HOSPICIO
La historia de Alto Hospicio ha estado desde siempre ligada a localidades vecinas; sus inicios se remontan a los indigenas costeros (changos) quienes, luego del agotador ascenso de 550 metros desde la caleta de Ique-Ique a través de la denomidada Bajada de la Mula (a los pies de Bajo Molle), se detenían a descansar en esta pampa.
Durante el incanato de Túpac Inca Yupanqui (1380 - 1410 d.C.), se inicia la explotación del yacimiento de plata de Huantajaya, a unos 3 kilómetros al nororiente del actual Centro Penitenciario de Alto Hospicio. Su explotación con altibajos, se mantuvo hasta fines del siglo XVIII cuando Basilio de la Fuente, destacado vecino de la localidad de Tarapacá, hizo una fortuna con el mineral, y con la cual financió importantes obras de regadío para la quebrada.
Luego de la Guerra del Pacífico, Alto Hospicio era una desolada estación del tren salitrero (específicamente en el sector de Alto Molle), donde no vivían más de 100 personas. Hacia los años 50, se instalaron en el lugar
parceleros aymaras, provenientes del interior: es el origen agrario de Alto Hospicio, donde se construyen las primeras parcelas; modestos ranchos con cultivos y animales.
El auge económico que experimentó Iquique en la década de los años 90, hizo que Alto Hospicio explotara demográficamente, pasando de un pequeño grupo de casas y poblaciones que no superaban los 2000 habitantes a comienzos de los noventas a una enorme ciudad con miles de habitantes. Alto Hospicio, a 10 kilómetros de distancia, y a solo 600 m sobre el Bajo Iquique, es la ciudad dormitorio del puerto tarapaqueño. En agosto de 2007 será inaugurado el Hospital Básico de Urgencia de Alto Hospicio, en el sector de La Pampa. Se convirtió en comuna el 12 de abril de 2004, cuando se aprobó el proyecto de ley que separaba a Alto Hospicio de la comuna de Iquique (Ley Nº 19.943), durante el gobierno de Ricardo Lagos Escobar